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El refuerzo de las obligaciones reglamentarias en materia de sostenibilidad está transformando profundamente las expectativas de los mercados financieros. Para los emisores, promotores inmobiliarios y sociedades de gestión de activos, la información medioambiental ha dejado de ser un suplemento narrativo para convertirse en un documento obligatorio, sujeto al principio de verificabilidad. La Autorité des Marchés Financiers (AMF) está incorporando ahora estos requisitos en todas sus doctrinas y procesos de control. En este contexto, la estructuración de IRICE como certificador tercero - dentro del Grupo ARKORIS - proporciona un marco de prueba compatible con las expectativas de los inversores, los reguladores y los auditores legales.
1. La rápida evolución de la doctrina del AMF: hacia una información sostenible normalizada
La Directiva europea 2022/2464 (CSRD), transpuesta a la legislación francesa, exige que las grandes empresas y grupos cotizados publiquen información auditable sobre sostenibilidad de conformidad con las normas europeas (ESRS). Este requisito se ha incorporado a la política de la AMF, en particular a través de la guía DOC-2016-13 sobre responsabilidad social, societal y medioambiental, y el Reglamento General de la AMF (Libros II y IV), que proporcionan un marco para la imparcialidad, coherencia y publicación de esta información. Estos cambios tienen por objeto aumentar la transparencia, reducir el lavado verde y asegurar el lugar de los criterios ESG en la valoración financiera de los activos.
2. La certificación IRICE: una respuesta estructurada a la necesidad de prueba
La verificación de los datos medioambientales se convierte en una condición reglamentaria de admisibilidad. La AMF responsabiliza a los emisores de las afirmaciones infundadas o vagas. Ya no basta con mencionar los compromisos medioambientales: ahora es necesario poder justificar la realidad, la trazabilidad y los impactos medidos.IRICE actúa como certificador independiente de tercera parte en estos ámbitos. Su postura no comercial, su acreditación oficial y su estricto alcance de certificación ecológica (biodiversidad, resiliencia, uso del suelo) lo convierten en una herramienta que puede ser utilizada por cualquier actor sujeto a una obligación de publicación sostenible o de elaboración de informes ESG.
3. Estructura operativa del Grupo ARKORIS
El Grupo ARKORIS estructura toda la cadena de valor del rendimiento medioambiental:
- ARKEMEP, oficina técnica de diseño, participa desde la fase de diseño y simulación (térmica, fluidos, acústica).
- ARKENOR, en apoyo de los propietarios de proyectos, asegura las certificaciones medioambientales (NF Habitat HQE, BREEAM, BDM, etc.) y gestiona los diagnósticos normativos.
- Por último, el IRICE actúa como tercera parte independiente, únicamente para la certificación ecológica y la verificación de los compromisos relativos a la biodiversidad y los riesgos naturales.
Esta organización evita los conflictos de intereses y garantiza una separación clara entre el apoyo a los proyectos y la certificación. Responde a las expectativas de la AMF en cuanto a la independencia de terceros y la exactitud de la información publicada.
4. Apalancamiento estratégico para los agentes regulados del sector inmobiliario
Promotores inmobiliarios respaldados por fondos, sociedades de gestión de carteras, grupos cotizados o en proceso de cotización: los actores inmobiliarios se ven cada vez más afectados por la reglamentación de la AMF. La utilización de puntos de referencia verificables, el respaldo de certificadores independientes y la trazabilidad de los compromisos se están convirtiendo en condiciones implícitas de aceptabilidad reglamentaria.El Grupo ARKORIS se inscribe en esta dinámica con un enfoque sobrio, estructurado y coherente:
- Los estudios se realizan sin comprometer el rigor técnico (ARKEMEP).
- Los procesos de certificación están aislados en entidades específicas (ARKENOR, IRICE).
- Cada intervención puede ser objeto de una verificación formal o de una auditoría en caso necesario.
Conclusión
La transición de un enfoque basado en la comunicación a otro basado en la reglamentación exige que los operadores adopten una nueva disciplina: la producción de pruebas. El Grupo ARKORIS lleva varios años preparándose para ello. Con IRICE como certificador de tercera parte, ARKENOR como consultor medioambiental y ARKEMEP como consultoría integrada, esta capacidad puede activarse ahora a nivel de proyecto, cartera o grupo. En un contexto de controles más estrictos de las publicaciones ESG, esta estructuración es una garantía de continuidad estratégica.